Arbusto de follaje perenne y trepador muy decorativo por sus flores azules.

Estamos ante un arbusto perennifolio de porte medio y crecimiento rápido. Tiene tendencia trepadora y su aspecto puede variar por cómo definamos su crecimiento que es desordenado con tallos que pueden llegar alcanzar hasta los tres metros. Si lo cultivamos de forma guiada resultará una planta más contenida y muy decorativa.

Nos estará regalando una bonita y gran floración desde primavera a otoño, que dependiendo de la variedad cambia la intensidad del color azul, existiendo hasta una variedad, el Plumbago capensis var ‘Alba’ con las flores blancas. Su origen hace que pueda vivir en el Mediterráneo soportando la sequía e incluso la brisa del mar.

Es muy versátil en jardinería, lo podemos utilizar como trepadora para cubrir celosías, como planta colgante en lo alto de un muro, en suelo formando macizos con otras plantas, en macetas como arbusto. Posee un denso follaje que permanece invariable durante todo el año por lo que es ideal en vallas. También es perfecto por su sistema radicular para fijar taludes.

En maceta también podemos utilizar esta planta en balcones, terrazas y patios, donde formará una bonita y gran esfera de flores azules.

El origen del Plumbago capensis

El género Plumbago tiene su origen en Sudáfrica, aunque está extendido por todo el mundo en las regiones de clima templado y tropical. Existen una veinticinco especies, siendo la más extendida y cultivada el Plumbago capenis o Plumbago auriculata; tiene dos nombres científicos que son sinónimos.

Pertenece a la familia de las Plumbaginaceae y seguramente habrás oído hablar de él con otros nombres: celestina, jazmín del cielo, jazmín azul, plumbago de El Cabo, azulina…

Plumbago capensis MaQu

En la antigüedad el Plumbago capensis se cree que se utilizaba para elaborar una cura para la intoxicación por plomo, por lo que se deduce que su nombre deriva del latín ‘plumbum’, que significa plomo.

¿Cómo es el Plumbago capensis?

Es un arbusto perennifolio de crecimiento rápido que ramifica mucho de forma desordenada y puede alcanzar un desarrollo en altura hasta los tres metros. Su porte si lo dejamos libre es arbustivo, pero según se guíe puede ser también tapizante o trepador. Debemos darle el espacio que necesita para que pueda desarrollarse bien.

Los tallos son leñosos y están provistos de hojas pecioladas y ovaladas, de unos cinco cm de longitud y de un color verde intenso.

Las pequeñas flores tienen una parte tubular de unos 4 cm de largo que se abre en una corola formada por cinco pétalos de unos 2,5 cm de ancho de color azul, que se asocian en grupos de 20 para formar inflorescencias de racimo que generan preciosos pompones de flores, como lo hacen las hortensias.

Su atractivo color azul y sobre todo el aroma de sus flores son un atractivo para los polinizadores, en especial las mariposas y otros lepidópteros. Los frutos son cápsulas alargadas llenas de semillas.

Cuidados del Plumbago capensis

El Plumbago capensis es bastante rústico y no presentan particulares dificultades de mantenimiento.

En el jardín vive bien a pleno sol, aunque en zonas muy calurosas la media sombra no le va a disgustar a cambio de una menor floración. Es necesario que tenga al menos 4-5 horas de sol directo para que florezca bien.

Plumbago capensis MaQu en valla

No tolera el frío, si baja de los -7ºC se resentirá. Si los tenemos en maceta, simplemente los protegeremos del frío trasladándolos al interior bien iluminado. Conviene acolchar la superficie del suelo con corteza de pino para conservar la humedad y proteger las raíces del frío.

Prefiere un sustrato ligero y fértil, con buena capacidad de drenaje y que las raíces no tengan dificultad para profundizar. Si plantamos el Plumbago capensis en macetas deben de ser profundas, pondremos en la base una buena capa de grava o arcilla expandida.

Utilizaremos un sustrato para plantas de exterior. El plumbago se trasplanta al principio de la primavera y utilizaremos siempre una maceta un poco más grande que la anterior y un sustrato fértil como el de plantas de exterior.

Los riegos deben ser largos y espaciados ya que no tolera el encharcamiento. En pleno verano los riegos serán más frecuentes. En invierno distanciaremos los riegos y si la lluvia hace acto de presencia la tendremos en cuenta a la hora del riego. El Plumbago capensis aunque resiste periodos de sequía, es con algo de humedad cuando sus preciosas flores celestes, resplandecen.

Para una buena floración los nutrientes son necesarios, así que agradecerá que se le abone cada quince días desde final de primavera y durante todo el verano. Lo haremos con un fertilizante líquido para plantas de flor que incorporaremos al agua de riego.

Es muy importante para favorecer la floración continua eliminar las flores marchitas.

Al final del invierno realizaremos una poda de limpieza. Recortaremos las ramas dejando de tres a cuatro yemas para favorecer la brotación, lo que conlleva una mayor floración. Es una manera también de controlar su desarrollo y darle el aspecto que deseemos.

Si lo queremos reproducir, se puede hacer por semilla en primavera y por esquejes semiduros al final del verano.

Plumbago capensis MaQu, flores

Plagas y enfermedades del Plumbago capensis

Es una planta muy resistente a plagas y enfermedades por su rusticidad, aunque debemos cuidar su riego. Si vemos que su follaje se marchita seguramente el riego no es el adecuado, o demasiada agua o poca.

También podemos observar que la planta no florece, y eso será debido a un terreno pobre en nutrientes, por lo que debemos abonarla.

Si ocurriese una bajada importante de temperatura, una helada, la planta se secará rápidamente, perderá su parte aérea, pero eso no significa que haya muerto. Eliminaremos las partes dañadas y esperaremos a la primavera. Podemos prevenir esto protegiendo a la planta con paja y agrotextiles.

Puede atacada por el pulgón. Estos áfidos los veremos rápidamente, por lo que trataremos la planta con un insecticida a la dosis y frecuencia indicada por el fabricante. Los tratamientos preventivos es lo ideal para que no aparezcan.

El Plumbago capensis es una planta de alto valor ornamental a la que le podemos dar en jardinería multitud de usos.

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