Las crasas o suculentas nos permiten tener una bonita colección, en espacios pequeños.
Resumir el mundo de las plantas crasas es una tarea difícil, así y todo realizaremos una pequeña introducción a sus principales características y a su cuidado y mantenimiento.
Las plantas crasas o suculentas despliegan una amplia variedad de aspectos, tamaños, colores y texturas.
Las que tienen flores grandes florecen muy brevemente, mientras que otras florecen durante períodos más largos con flores menos brillantes.
Pero en general todas ellas florecen de forma espectacular y efímera, en infinidad de colores a los pocos años de su cultivo.
Estas plantas son muy utilizadas para crear bellos jardines desérticos, lo que conocemos con el nombre de rocallas, donde lucen ideales contrastando con sus formas y texturas.
También lucen espléndidos los ejemplares cultivados individualmente tanto en suelo como en maceta.
Qué son las plantas crasas o suculentas
Haremos en principio una pequeña aclaración de lo que significa cactus y planta crasa o suculenta. Las plantas crasas o suculentas por su adaptación a la sequía se las conoce también como ‘los camellos del reino vegetal’.
Se encuentran en hábitats secos, montañosos, ventosos o fríos, de humedad limitada, breve o helada.
De plantas crasas hay unas 10.000 especies, muchas con restricciones geográficas y en peligro de extinción.
La familia de los cactus, las crasas más conocidas, comprenden unas 1.500 especies, que salvo una posible excepción todas son nativas del Continente Americano.
Qué son los cactus
Poniendo el ejemplo más extremo podemos decir que las crasas o suculentas sin hojas son cactáceas.
El rango diferencial que poseen los cactus respecto a otras crasas o suculentas son sus areolas, los órganos desde donde brotan espinas y flores.
Se cree que las espinas de muchos cactus son hojas modificadas que evolucionaron para poderse proteger de los animales sedientos y de las condiciones áridas.
Estas espinas crean microclimas propicios para que el rocío se condense y baje por el tallo hasta el suelo donde termina siendo absorbido por las raíces.
Aquí si es más difícil conseguir la floración en determinadas especies de cactus, pero cuando ocurre es todo un espectáculo.
Los tres factores que intervienen para que se produzca la floración en las plantas cactáceas son la edad de la planta, el número de horas de sol que recibe y la temperatura ambiente.
Cuidados y mantenimiento de las plantas crasas o suculentas
No tienen el por qué estar expuestas todo el día a la luz del sol directa, pero si precisan de buena iluminación, en especial las que son de pequeño tamaño.
Si no tienen suficiente luz crecerán débiles y propensas por lo tanto a enfermedades parasitarias.
Es también muy importante la ventilación, por lo que es preferible que las tengamos al exterior, pero si no es posible, con ventilar su espacio abriendo puertas y ventanas será suficiente. Al interior deben estar muy bien iluminadas.
Las plantas crasas o suculentas son del grupo de plantas más resistentes a las temperaturas altas, así que no debemos tener problemas con ellas en ese sentido.
Resisten temperaturas mínimas de 7ºC, e incluso hay especies que hasta los -20ºC, eso sí debemos procurar que no se den juntas las condiciones de frío y humedad ambiental para evitar enfermedades criptogámicas.
Cuando están en reposo invernal, una temperatura ideal son los 10ºC, necesitan para florecer con fuerza en primavera, ese frío. En interior tendremos especial cuidado con que la calefacción no les afecte.
Aunque crecen en terrenos pobres en su hábitat natural, le procuraremos un suelo rico en materia orgánica mezclando la tierra con un sustrato especial para cactus y suculentas.
El trasplante se realiza a comienzo de la primavera hasta entrado el verano,eliminando en primer lugar el sustrato viejo que rodea a las raíces.
Aplicaremos una capa de grava o arcilla expandida en la nueva maceta para favorecer un buen drenaje e incorporaremos el sustrato especial para cactus y suculentas.
Disminuiremos la evaporación de la humedad del sustrato si aplicamos en la superficie una pequeña capa de la misma grava o arcilla que hemos utilizado para el drenaje.
Al menos la primera semana después del trasplante no tendremos la planta a pleno sol.
El cuanto al riego lo ideal es que se efectúe a primera hora de la mañana, como en todas las plantas. Este debe ser moderado, sustrato húmedo pero no encharcado.
No hay que dejar que las plantas soporten largos períodos de sequía ya que influye en su crecimiento.
Si están dispuestas en suelo la frecuencia será menor que si están en maceta. Las plantas crasas o suculentas requieren de un reposo invernal, por lo que en esa época el riego será mínimo.
Las abonaremos en primavera y verano con un abono especial para cactus, incorporado en el agua de riego una vez a la semana.
Plagas y enfermedades de las plantas crasas o suculentas
No es habitual que las plantas crasas o suculentas tengan plagas y enfermedades si seguimos unas buenas pautas en su mantenimiento.
Entre las plagas podemos encontrarnos con araña roja y cochinillas que podemos controlar con insecticidas sistémicos o insecticidas de contacto.
Una buena práctica es realizar un riego con un insecticida sistémico dos veces al año de forma preventiva.
Las enfermedades que podemos encontrar seguramente estarán relacionadas por el riego excesivo o la no evaporación del agua debido a un ambiente frío.
Las más comunes: la fusariosis y la botritys que con un fungicida sistémico podemos solucionar. Como en el caso anterior, los riegos preventivos son la mejor opción.
En nuestra Colección MaQu disponemos de toda una colección de plantas crasas dispuestas a la venta en macetas que van desde pequeño diámetro a grandes ejemplares.