Este tipo de Gramíneas están de moda ya que despliegan una gama de bellas tonalidades en su follaje en verde, rojo y cobrizo al mismo tiempo.
En macizos y setos, colocadas mezcladas con otras especies de sus mismas características, los Pennisetum sp. crean unos llamativos y vistosos contrastes. Es todo un espectáculo ver las espigas acariciadas por una suave brisa.
En rocallas en desnivel combinadas con Carex sp. o Festucas sp. en su parte delantera, crean una composición muy bonita y de mantenimiento muy sencillo.
Estas espigas son muy utilizadas en adornos florales ya que llaman mucho la atención, se las conoce como ‘cola de zorro’ y son muy decorativas.
Este género Pennisetum sp. de gramíneas ornamentales, aportan a los jardines un aire rural, campestre y natural. Se pueden ver tanto en jardines grandes como pequeños, de bajo o alto mantenimiento, ya que es de crecimiento rápido y verlos en flor es toda una gozada.
Dependiendo de la variedad, los Pennisetum sp. pueden alcanzar entre los 60 a 150 cm de altura, por lo que son muy interesantes para utilizarlos como planta delimitadora de caminos o sendas.
El origen del Pennisetum sp.
El género Pennisetum sp. es originario de África y Asia donde habita en regiones tropicales, compuesto de unas ochenta especies de gramíneas que pertenecen a la familia de las Poaceae. Son plantas herbáceas rizomatosas.
Dentro de este género encontramos variedades tan atractivas como estas:
- Pennisetum alopecuroides Moudry. De unos 75 cm de altura es una variedad compacta cuya mata alcanza alrededor del metro de diámetro. De hojas anchas las espigas tienen un toque más negro, lo que la hace especialmente decorativa.
- Pennisetum cherry sparkier. Las hojas en verde y blanco desarrollan un rubor en rosa oscuro en el extremo. Alcanza una altura entre 60 y 120 cm. Las inflorescencias son en color borgoña.
- Pennisetum alopecuroides ‘Fireworks’. Puede alcanzar los 80 cm de altura. Tiene un bonito follaje en verde, púrpura y rosa. Sus inflorescencias en espiga son sedosas de color púrpura.
- Pennisetum villossum. No suele superar el metro de altura. Las flores se presentan en espigas de color blanco o crema y tiene toques de color púrpura.
- Pennisetum orientale karley rose. El follaje es de color verde grisáceo. Desde mediados de verano hasta entrado el invierno está en continua floración con numerosas inflorescencias de color rosa-púrpura. Alcanza una altura entre 60-90 cm.
- Pennisetum orientale fairy tails. Crece alrededor de 60 cm de altura. Follaje de color verde con flores grisáceas.
- Pennisetum skyrocket. Puede llegar a una altura de casi un metro, lo que la hace ideal para setos. Su follaje es de un color verde y rosa que va volviéndose crema con el tiempo. Las espigas permanecen todo el verano.
- Pennisetum summer samba. Llega a una altura de casi 1 metro y es perfecto para jardines de bajo mantenimiento. Su follaje va cambiando de color tal y como va pasando la temporada: En primavera es de color marrón oscuro y verde, que ira virando al plateado hasta llegar al rosa púrpura.
De forma popular se lo conoce con nombres como cola de zorro o cola de plumas.
¿Cómo es el Pennisetum sp.?
Los Pennisetum sp. son plantas herbáceas perennes, vivaces de crecimiento rápido que alcanzan según variedad entre los 60 a 150 cm de altura, de raíces rizomatosas.
Son plantas de tallo hueco cuyo follaje está compuesto por largas hojas en forma de cintas, cuyos colores varían según variedad, incluso las hay que lucen varios colores conforme va pasando la temporada. Verde, rojo, blanco, rosa, gris, marrón, plateado, púrpura, crema…
Las flores se agrupan en espigas que aparecen en primavera y verano. Los colores también son muy variados: borgoña, negro, blanco, crema, púrpura, blanco rosado…
Cuidados del Pennisetum sp.
Prefieren el sol directo, aunque la podemos ubicar en semisombra con al menos tres horas de sol directo diarias. Resisten bien la salinidad y la brisa marina.
Puede resistir heladas de hasta los -4ºC, pero recordemos que en su hábitat natural crece en zonas cálidas, por lo que no soporta el frío extremo. En caso de heladas intensas y persistentes, la planta se comportará como anual. Es conveniente cuando llega el invierno, acolchar su base con turba, mantillo o corteza de pino para protegerlos.
Si bien los Pennisetum sp. pueden vivir en cualquier tipo de suelo, vegetará mejor cuanto más rico y permeable sea el suelo, eso sí, con muy buen drenaje.
En el caso de que lo queramos trasplantar a una maceta donde quedan estupendos, podemos recurrir a un sustrato universal incorporando en la base para que tenga buen drenaje, grava o arcilla expandida.
Los Pennisetum sp. son plantas sumamente resistentes a la sequía, por lo que el riego debe ser moderado. Este género es recomendable para jardines de xerojardinería.
Realmente los Pennisetum sp. requieren de poco fertilizante, pero si se le aplica tendrá un crecimiento excelente. Bastará un abonado anual con un poco de materia orgánica animal, como el estiércol.
Los Pennisetum sp. requieren poca o ninguna poda. Sí que retiraremos las flores marchitas y las hojas que se hayan secado. En algún lugar donde haga frío intenso y pierda el follaje, al finalizar el invierno los cortaremos unos ocho o diez cm de su base para que brote con más vigor en primavera. Cada tres o cuatro años hay que dividir la mata para que no pierda su estructura original.
En primavera se pueden propagar a partir de sus semillas, pero la manera más sencilla de reproducirlos es por división de mata.
Plagas y enfermedades del Pennisetum sp.
Estamos ante un género de plantas que por sus características y rusticidad no suelen verse afectadas por plagas y enfermedades habituales que pueden invadir un jardín.
Sin embargo pueden verse afectadas por pulgones y ácaros si no le aportamos a los Pennisetum sp. el riego y la fertilización apropiados.
El clima húmedo y las temperaturas frescas son las condiciones ideales para las infecciones fúngicas. Si ha afectado poco a la planta, eliminaremos cortando las partes afectadas, y si es general debemos aplicar un fungicida.
Los Pennisetum sp., son plantas que trasmiten luminosidad, elegancia y paz, en especial cuando contemplamos sus espigas movidas por el viento.