En especial destaca por el color de su follaje.
Existen determinadas plantas que destacan por su follaje blanquecino o grisáceo, este es el caso de la Eremophila nivea, al que se le une el aporte estético de su floración en tonos malva a principios de primavera. El color de sus flores contrasta divinamente con el color blanquecino de su follaje.
Es en las zonas de clima mediterráneo donde se suelen dar estas plantas de follaje blanquecino y la Eremophila nivea está en este listado, ya que procede de Australia, es decir, una de las cinco zonas del planeta de clima mediterráneo.
El aspecto blanquecino de sus hojas lo dan los pelillos que tiene, llamados tormentos y que rodean la hoja. Esta vellosidad sirven de defensa para soportar las altas temperaturas y el sol directo. Su aspecto es como si le hubieran caído un montón de copos de nieve, por eso lo de su apellido nivea.
La Eremophila nivea es muy utilizada en jardinería sostenible, tanto pública como privada, debido a su rusticidad ya que sus labores de mantenimiento pueden llegar a ser mínimas, aguantando altas temperaturas e incluso periodos de sequía una vez establecida.
Podemos cultivarla en el jardín y también en macetas y jardineras para la decoración de patios, balcones y terrazas donde resulta muy decorativa combinada con otras plantas de distinto color de follaje.
El origen de la Eremophila nivea
Esta planta herbácea perenne pertenece a la familia Escrophulariaceae y al género Eremophila, siendo originaria de las regiones semiáridas del oeste y suroeste de Australia. Este género de más de 200 especies tiene muchas variables, varían en el tamaño, en el color del follaje y los colores de las flores, pero nosotros nos centraremos aquí en la Eremophila nívea.
También se la conoce de forma común como ‘arbusto de emú‘, por la creencia de que esta ave se alimentaba de sus frutos.
¿Cómo es la Eremophila nivea?
La podemos describir como un arbusto herbáceo y perenne, que puede alcanzar de un metro a metro y medio tanto en altura como en anchura.
Tanto los tallos como las hojas tienen una fina vellosidad blanquecina que le dan ese color plateado o grisáceo tan característico. Forma una mata muy ramificada desde su base con tallos que crecen de forma erecta. Sus hojas son lineales.
La floración tiene lugar durante el invierno y la primavera. Sus flores largas y tubulares son de un color malva o lila.
Cuidados de la Eremophila nivea
Su ubicación será siempre a pleno sol para mantener la planta compacta, recordemos que la Eremophila nívea proviene de Australia, de zonas áridas y secas. Es una planta muy rústica, pero si bien soporta las altas temperaturas no soporta las heladas y tampoco la humedad. Por lo tanto en zonas de clima húmedo, como puede ser la zona norte de España, la plantaremos en maceta, reguardada de lluvias para que no le afecten los hongos y muera.
En cuanto al tipo de suelo, como a la mayoría de las Eremophilas sp. prefieren los terrenos con muy buen drenaje y áridos. En suelos arenosos crecerá bien, si el lugar es abierto donde circule el aire de forma continuada para mantener el follaje lo más seco posible. El sustrato universal o el de plantas de exterior es el indicado en caso de plantar esta planta en maceta a la que incorporaremos en su base una capa de arcilla expandida o grava.
A la hora del riego, los mínimos, no necesita mucha hidratación una vez establecida sobretodo en suelo, donde puede aguantar varias semanas sin necesidad de regarla. En maceta sí que necesitará más aporte de agua en especial en los ejemplares jóvenes durante primavera y verano con temperaturas altas. Ya en otoño e invierno iremos disminuyendo los riegos. Que nunca esté encharcada y si está en maceta retiraremos el agua sobrante que quede en el plato.
En cuanto al abonado, fertilizaremos la Eremophila nivea una vez al año durante la primavera. Utilizaremos un fertilizante equilibrado, como un 10-10-10, siguiendo las instrucciones del fabricante. También podemos enriquecer el suelo con materia orgánica, como compost o estiércol. En este sentido debemos recordar que estamos ante una planta resistente y que requiere pocos cuidados, por lo que es importante no sobrealimentarla, ya que esto puede hacer que crezca débil y menos resistente a las condiciones climáticas adversas.
La Eremophila nivea se puede podar para controlar su tamaño y forma, o para renovar la planta. Lo haremos después de la floración, y podaremos como un tercio de la planta solamente.
Produce pocas semillas fértiles, por lo que se multiplica por esquejes y también por injerto sobre pie de Myoporum.
Plagas y enfermedades de la Eremophila nívea
La planta Eremophila nivea es muy resistente y generalmente no es susceptible a muchas plagas o enfermedades. Sin embargo, como cualquier planta, puede ser atacada por ciertos insectos y padecer enfermedades si no se cuida adecuadamente.
En cuanto a plagas, podemos aplicar un insecticida de triple acción de forma preventiva para evitar la aparición de la araña roja, la cochinilla y el pulgón.
La araña roja es un ácaro que puede aparecer en ambientes cálidos y secos, y afecta a la planta causando manchas amarillas y una apariencia bronceada en la planta. La cochinilla, es otro insecto que se adhiere a las hojas y tallo chupando la savia hasta debilitar a la planta y los pulgones también se alimentan chupando la savia y causando daños en especial en los brotes jóvenes.
Ya en cuanto a enfermedades serían el Oidium, que podría aparecer en condiciones de mucha humedad y se manifestaría como una capa grisácea sobre las hojas y flores. Este se trataría con un fungicida en el caso de aparecer. Y también si el suelo no drena o hay riego excesivo se producirá la pudrición del sistema radicular.
En general, lo importante es mantener un buen cuidado de la planta y estar atento a cualquier signo de plaga o enfermedad. Con un cuidado mínimo adecuado, la Eremophila nivea puede mantenerse saludable y resistente.
En resumen, la Eremophila nivea es una planta perenne, resistente y ornamental, con hojas estrechas y alargadas de color grisáceo y flores fragantes de color malva o lila.
