Planta con numerosas flores con una intensidad muy viva en sus colores.
La Delosperma cooperi es una planta suculenta de porte rastrero con abundantes flores de color fucsia, rojo o púrpura que cubren todo el follaje.
Se utiliza en jardinería habitualmente para cubrir taludes, muretes y rocallas, dando un aspecto muy decorativo por su abundante floración y follaje que desborda cayendo en cascada por los laterales.
Son muy interesantes en jardineras y macetas donde crean verdaderas cascadas coloridas en la barandilla de una terraza o balcón, en patios, en el alfeizar de una ventana…
Además son capaces de tolerar la contaminación de las grandes ciudades.
La floración de la Delosperma cooperi se produce desde finales de primavera hasta que comienza el frío, y no debemos preocuparnos por las olas de calor, es lo que más le gusta.
Son plantas rústicas que aguantan bien la sequía y la salinidad por lo que son perfectas para jardines costeros mediterráneos.
Casi que sin preocuparnos podemos tener suelos, macetas y jardineras cubiertas de flores muy llamativas durante meses.
Las flores solamente las vemos abiertas cuando le da el sol de pleno. Al atardecer o al mínimo inicio de nubosidad se cierran.
El origen de la Delosperma cooperi.
El género Delosperma sp. está formado por unas cien especies de plantas suculentas que son originarias del Sur y del Este del continente africano.
Pertenece a la familia de las Aizoaceae, siendo algunas de las especies más comercializadas la Delosperma cooperi, Delosperma pruinosum, Delosperma lehmannii, Delosperma rileyi, Delosperma lineare, Delosperma tradescantoides, Delosperma karooicum, entre otras.
El nombre del género procede de las palabras griegas ‘delos’, que significa abierto, y ‘sperma’, semilla, en alusión al hecho de que las semillas son perceptibles en las cápsulas dehiscentes.
El nombre específico se debe al jardinero inglés Thomas Cooper, que recolectó entre 1859-1862, estas plantas en Sudáfrica.
En este artículo hablaremos de la Delosperma cooperi, cuyo sinónimo científico es Mesembryanthemum cooperi y nombres comunes como alfombra rosa, uña de gato, planta de hielo…
En cualquier caso los cuidados de las demás Delospermas es el mismo.
¿Cómo es la Delosperma cooperi?
Se trata de una pequeña planta suculenta de porte rastrero que alcanza en altura los 15 cm.
A la hora de su plantación en suelo debemos saber, que coloniza rápidamente las superficies gracias a la capacidad de sus tallos de enraizar en contacto con el suelo.
Digamos que su marco de plantación será a razón de 10 plantas por metro cuadrado.
Sus hojas perennes en disposición opuesta, son de color verde, carnosas, cilíndricas y recubiertas de pequeñas escamas que recuerdan a pequeñas partículas de hielo, de ahí uno de sus nombres comunes.
Estás glándulas son una estrategia de adaptación que adquieren este tipo de plantas, por las duras condiciones de falta de agua, insolación y sequedad ambiental. Pueden volverse rojizas en invierno.
Lo más interesante son sus abundantes y vistosas flores de 3 a 5 cm de diámetro en colores vivos. Tonos de rosa pálido, magenta, fucsia, rojo, púrpura, anarajando con amarillo, fucsia con blanco… que según variedad cubren toda la planta.
Estas flores sólo se abren cuando les da el sol, por lo que su plantación en sombra hará que no florezca ni se desarrolle.
El fruto son unas cápsulas dehiscentes que al abrirse dejan ver las semillas.
Variedades de la Delosperma cooperi.
Delosperma ‘Wheels of Wonder’.
Es un híbrido con el que se ha logrado que en una misma planta se puedan lucir flores en numerosos colores.
Estas tienen un disco central de intenso color amarillo o blanco y los pétalos pueden ser en fucsia, amarillo, blanco, lila, naranja, etc.
Delosperma ‘Jewels of Desert’.
Es un cultivar que nos regala una floración preciosa, sobre todo en sus colores combinados en rojo con fucsia y blanco, en amarillo con el centro blanco, en fucsia con naranja y blanco, en rojo, amarillo y blanco, en rojo con el centro fucsia…
Cuidados de la Delosperma cooperi.
La Delosperma cooperi resiste muy bien la contaminación de las grandes ciudades.
Precisa que su ubicación sea siempre a pleno sol para mantener la planta compacta y lo más importante, para que la floración sea espectacular en cantidad y en color, recordemos que si no hay sol, sus flores no abrirán.
El ambiente seco y caluroso de los jardines mediterráneos de bajo mantenimiento es ideal para esta planta que además resiste bien el frío y las heladas de hasta los -17ºC.
Admite cualquier tipo de suelo, incluso vegetará bien en suelos pobres. Lo que no resiste la Delosperma cooperi, es que no haya suficiente drenaje, ya que no tolera el encharcamiento.
En primavera la podemos gtrasplantar a una maceta mayor, con un sustrato para cactus y suculentas, poniendo una capa de grava o arcilla expandida en el fondo para favorecer el drenaje.
A la hora de regar la Delosperma cooperi, lo haremos cuando el sustrato esté realmente seco, es entonces cuando la regaremos en profundidad y esperaremos a que seque de nuevo para darle el próximo riego.
Durante el periodo más activo de la planta, podemos aportarle en el agua de riego un fertilizante especial para plantas crasas, a la dosis más baja indicada por el fabricante.
No necesita de poda. Cada tres o cuatro años si que limpiaremos el terreno y renovaremos la planta cortando los tallos dejando la longitud suficiente para que rebroten.
Sí que es importante eliminar las flores marchitas, que acabada su fase natural mueren permaneciendo en la planta.
Su reproducción es posible a partir de semillas pero suele ser más sencillo a partir de esquejes.
Para lugares donde queramos implantarla lo más rápidamente posible, lo ideal es su compra en centros de jardinería especializados con plantas que ya están en desarrollo.
Plagas y enfermedades de la Delosperma cooperi.
El enemigo importante que tiene la Delosperma cooperi es el exceso de riego, por lo que si prestamos atención a este aspecto no aparecerán patologías.
Los áfidos y las cochinillas por cultivos colindantes, pueden aparecer. Si ocurriera los podemos tratar con insecticida.
Sus colores vibrantes de neón y su prolongada floración resultan espectaculares en taludes o colgando desde lo alto de un muro bajo, macetas o jardineras.