Es una planta australiana ideal para la Xerojardinería.

El Anigozanthos flavidus tanto por su rusticidad como por su singular belleza floral se ha convertido en una planta cada vez más popular en parques y jardines, tanto públicos como privados.

En jardinería se utiliza bastante en rocallas, pero en especial en macizos o arriates donde crea espectaculares zonas floridas. Puede disfrutarse también en maceta en balcones y terrazas, ya que es así como se cultiva antes de salir al mercado.

Es una planta muy apreciada como flor cortada por su belleza exótica, además de por su durabilidad en jarrón. Podemos si tenemos muchas flores utilizar algunas para embellecer rincones de nuestro hogar.

El origen del Anigozanthos flavidus

Es un arbusto vivaz que tiene su origen en el suroeste de Australia que crece a partir de rizomas subterráneos cortos y horizontales. Pertenece a la familia Haemodoraceae.

Es más conocido como ‘Pata de canguro’ haciendo alusión a sus curiosas flores que muestran similitud con las patas de los canguros. Otros nombre populares son ‘Pata de gato’ o ‘Lirio de espada australiana’.

Fue el botánico suizo Augustin Pyramus de Candolle quien en 1807 describió y dibujó por primera vez al Anigozanthos spp. Su nombre proviene del anoikos (abierto) y anthos (flor), en cuanto a flavidus lo hace al habitual tono amarillo de las flores.

Anigozanthus en amarillo

Este género Anigozanthos spp. acoge a una veintena de especies entre las que destacan a nivel ornamental: Anigozanthos bicolor, A. flavidus, A. gabrielae, A. humilis, A. kalbarriensis, A. manglesii, A. onycis, A. preissii, A. pulcherrimus, A. rufus, A. viridis.

¿Cómo es el Anigozanthos flavidus?

Es un arbusto vivaz, perenne según climatología que crece a partir de rizomas subterráneos cortos y horizontales. Forma densas matas que superan los 80 cm de altura. Sus hojas son acintadas, como una espada que emergen en roseta creando como un abanico. Dependiendo de la variedad su color varía, verde oscuro, claro, grisáceo,… incluso presentan algunas una fina vellosidad.

Partiendo del mismo corazón de su roseta basal surgen los tallos largos sin hojas que pueden llegar al metro de altura, finalizando en un racimo de flores, es lo que se llama un escapo floral. Esto sucede en primavera y verano. Sus flores sin perfume son tubulares, de aspecto algodonoso y según variedad de color amarillo, rosado, anaranjado, rojo e incluso bicolor. Es precisamente esa forma tubular de la flor lo que se asemeja a la pata de canguro lo que le da el nombre popular. El extremo de las flores al abrirse forma una estrella de seis puntas.

Algo que hace especial al Anigozanthos flavidus es su vellosidad suave y colorida que, recubre el tallo y las flores.

Cuidados del Anigozanthos flavidus

De entrada diremos que puede ser cultivado tanto en maceta como directamente en suelo. Su ubicación en cualquiera de los casos debe ser a pleno sol, con el menor tiempo de horas de sombra posible y debe tener buena ventilación.

Puede crecer sobre cualquier tipo de suelo siempre que este sea ligero para tener buen drenaje. Si lo plantamos en maceta podemos utilizar un sustrato especial para cactus al que añadiremos algo de compost y grava o arcilla expandida en su base. En el jardín intentaremos que tenga estas características mejorando la tierra si se necesita con el mismo sustrato y compost.

En nuestro clima mediterráneo vegeta perfectamente pudiendo soportar sin sufrir daño temperaturas de hasta -6ºC. No le gusta el exceso de viento y la brisa marina, soportando sin embargo muy bien el calor y la sequía debido a sus raíces rizomatosas.

Anigozanthus en rosa

Aunque soporta bien la sequía como comentamos en el párrafo anterior, le conviene los riegos regulares, más abundantes en especial durante el período de floración, eso sí, evitando el encharcamiento. No le gusta mucho que mojemos su follaje por lo que el riego localizado sobre el sustrato es lo ideal.

Para una buena floración los nutrientes son necesarios, por lo que en los meses de crecimiento y floración la abonaremos cada dos semanas con un fertilizante especial para plantas de flor.

El Anigozanthos flavidus permanecerá con los cuidados necesarios en el jardín, durante tres o cuatro años en buenas condiciones, a partir de ahí cuando entra en declive debemos revitalizar las plantas, bien dividiéndolas o sustituirlas plantando nuevas plantas. Lo haremos al final del invierno, aplicando el mismo procedimiento que indicamos en la plantación, comenzando de nuevo con el sustrato adecuado y la incorporación del compost enterraremos los rizomas a unos 10 cm regando después.

La poda que realicemos será de limpieza, es decir, eliminando todo el follaje estropeado, así como las flores conforme se marchiten.

En cuanto a su propagación, el Anigozanthos flavidus en jardín se propaga por sí mismo mediante sus rizomas, llegando a colonizar cada planta como un metro de diámetro. Por lo que su plantación en arriates la haremos a un marco de 25 cm.

Plantas de Anigozanthus flavidus de MaQu

Plagas y enfermedades del Anigozanthos flavidus

Es una planta muy resistente a plagas y enfermedades por su rusticidad, aunque puede sufrir ataques en su follaje de caracoles y babosas en su fase más juvenil o en la época de brotación.

El Anigozanthos flavidus nos dará un toque de originalidad, ya que tiene posiblemente una de las flores, aunque de tamaño pequeño, más originales y curiosas que nos regala la Naturaleza.

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