Atractivo arbusto ornamental de crecimiento lento, muy longevo.

La Púnica granatum nana o granado enano, como su nombre indica, es una variedad enana de la granada común (Punica granatum). Es una especie idónea para ser formada en bonsais por su porte y crecimiento lento y para formar setos bajos porque admite muy bien la poda.

Da frutos de granada y florece con la misma belleza que la Púnica granatum, pero sus frutos son diminutos y su pequeño porte tiene las dimensiones ideales para jardines, terrazas e interiores.

Estamos ante un granado en toda regla, pero con un comedido tamaño y un fin que no es más que el ornamental y que es perfecto dentro de un macizo arbustivo de jardín de rocalla. Sus flores adornan el jardín sin necesidad de tener un árbol grande, por lo que en caso de no tener mucho espacio o no querer un porte arbóreo es excelente.

El origen de la Punica granatum nana

La Punica granatum o granada común es originaria de la región que abarca desde Irán hasta el norte de la India, aunque se ha cultivado en muchas partes del mundo: Asia, África, Europa y América. Así que la Punica granatum nana, al ser una variedad de la granada común, también se origina en esta misma región.

Pertenece a la familia de la Punicaceae.

Flor de Punica granatum nana

¿Cómo es la Punica granatum nana?

Estamos ante un pequeño arbusto caducifolio de porte compacto y redondeado que rara vez supera en altura los 1,5 metros. Su diámetro suele ser similar a su altura.

El follaje es de un color verde oscuro; sus hojas son alargadas, pequeñas y estrechas de un tamaño aproximado de 2 a 3 cm de longitud.

La abundante floración tiene lugar durante la primavera y el verano. Sus flores son de un espectacular color naranja-rojizo brillante e intenso, colgantes. Son flores simples o dobles, solitarias o reunidas en grupitos de dos o tres, cáliz tubular y corola con 5 a 8 pétalos.

Produce unos frutos carnosos pequeños de unos 3 a 5 cm de diámetro, de color rojo oscuro. A diferencia de la granada común, su fruto no es comestible.

En el descanso invernal, parece tan inactivo que hasta podemos pensar que no ha sobrevivido al invierno, pero en el mes de mayo, es algo tardío, lo veremos brotar con fuerza.

Fruto de Punica granatum nana

Cuidados de la Punica granatum nana

Estamos ante una variedad que en cuanto a necesidades edafoclimáticas, son iguales o muy similares a los de la Punica granatum.

Adaptado perfectamente a climas mediterráneos, le encanta estar a pleno sol, en un ambiente seco y caluroso. Aunque resiste bien el frío, si creemos que va a exponerse a una helada continuada, es mejor protegerlo con un agrotextil o si está en maceta ponerlo a cobijo.

Se adapta bien a una amplia gama de condiciones climáticas y de suelo, siendo capaz de crecer en suelos calcáreos y pobres, por eso se hace ideal en rocallas. Prefiere un suelo suelto, profundo, bien drenado y fértil. Si lo plantamos en el jardín, debemos descompactar el suelo si procede, teniendo en cuenta que lo ideal es conseguir una capa de cultivo de 40 a 50 centímetros bien aireada y húmeda.

Si lo plantamos en maceta o jardinera, utilizaremos un sustrato del tipo universal, al que le añadiremos arena de rio lavada en un 15% y tierra de campo arcillosa en un 25% más o menos, ya que la idea es conseguir un sustrato pesado pero con buen drenaje. Precisará tierra nueva cada dos o tres años, así que si está en maceta también aprovecharemos para trasplantarla a un tiesto un poco mayor.

El riego de la Púnica granatum nana debe ser regular y moderado evitando el encharcamiento. Aunque resiste muy bien periodos de sequía, es necesario mantener la planta bien hidratada durante el periodo de crecimiento y floración, pero no olvidemos que requiere humedad, no encharcamiento. Si la tenemos en maceta pondremos grava o arcilla expandida en la base para el buen drenaje porque el riego será aquí algo más frecuente.

Conviene recordar que cuando decimos que una planta es resistente a la sequía, a excepción de los cactus y suculentas, es por su sistema radicular, que es fuerte y profundiza hasta encontrar el agua donde otras plantas no llegan.

Punica granatum nana en jardín

Aprovecharemos la limpieza a finales de invierno para incorporarle un abono orgánico al sustrato. Si lo tenemos en maceta, lo mejor es el aporte de abonos orgánicos en el agua de riego a la dosis recomendada por el fabricante.

Es una planta que para mantener su forma necesita de poda al final del invierno, antes de que comience su actividad vegetativa después del reposo invernal, eliminando las ramas secas y las que desequilibran su aspecto ornamental.

La reproducción se realiza por esquejes ya que además de lento, es complicado hacerlo por semilla.

Plagas y enfermedades de la Punica granatum nana

Podemos encontrar alguna plaga como la cochinilla y el pulgón, que las podemos solventar con un buen insecticida.

Sí que debemos tener precaución en el riego, ya que si no recibe el suficiente sus hojas se marchitarán. También un exceso de abonado hará que no florezca.

Como hemos visto estamos ante una planta de bajo mantenimiento y de gran impacto por su floración y frutos.

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