La Salvia yangii, comunmente Salvia rusa, soporta las heladas.
La Salvia yangii, basónimo de Perovskia atriplicifolia aguanta las heladas, por lo que muchos jardineros la adoran, ya que simplemente deben podarla casi a ras de suelo a finales de invierno para que brote con fuerza al comienzo de la primavera.
A saber… El basónimo es un término usado en botánica, regulado por el Código Internacional de Nomenclatura Botánica, y consiste en el nombre científico bajo el cual fue originalmente nombrado o catalogado un taxón. La especie Perovskia atriplicifolia es el basónimo de lo que ahora es la Salvia yangii, como veremos más adelante.
Es una planta que podemos encontrar en la sección de plantas aromáticas o en la de vivaces, para disfrutar de sus bellas inflorescencias y follaje en jardines de macetas, en rocallas, ideal en borduras, o formando macizos en compañía de otras plantas como una ‘isla’ en medio del césped. En jardinería destaca mezclada con plantas de follaje dorado como la Stipa y combinada con Agapanthus blancos o morados. El marco de plantación es de tres plantas por metro cuadrado.
La Perovskia atriplicifolia es una planta muy sencilla de cuidar, tolerante a la sequía por lo que es fantástica para xerojardinería (jardinería de bajo mantenimiento).
Plantada en grupos de tres proporciona un aspecto ideal al paisaje, por lo que se suelen plantar en los huertos urbanos ya que es una planta que atrae a las abejas y mariposas garantizando la polinización, además de dar colorido con sus flores en verano y con el tono plateado de sus tallos en invierno.
El origen de la Perovskia atriplicifolia.
El género Perovskia tiene nueve especies aceptadas y está integrado dentro de la familia de las Lamiaceae. Recibe este nombre en homenaje al general ruso Vasily Alekseevich Perovsky. Es originario de las estepas y colinas de Asia central, más concretamente del Tibet.
Será difícil que el nombre común de una planta desaparezca, pero el nombre botánico, es otra cosa y ahí no podemos evitar que cambie, sobre todo por los taxónomos. En un estudio publicado en 2017 en la revista Taxon de la International Association for Plant Taxonomy, Bryan Drew y sus coautores compararon secuencias de ADN en las plantas de los géneros Salvia, Rosmarinus, Dorystaechas, Meriandra, Perovskia y Zhumeria.
La Salvia yangii, comunmente Salvia rusa, tiene unas grandes aliadas en las gramíneas ornamentales que en conjunto proporcionan naturalidad al paisaje.
Y entre otras cosas resolvieron que el romero (Rosmarinus officinalis) ahora es una Salvia (Salvia rosmarinus), que el género Perovskia ha pasado a la categoría de sinónimo y, ahora, sus nueve especies aceptadas forman parte del género Salvia. Realmente el propio nombre común de Perovskia, salvia rusa ya nos hacía prever que estaba estrechamente ligado con el género Salvia, por lo que sus dos especies más empleadas, la Perovskia abrotanoides se convierte en Salvia abrotanoides y Perovskia atriplicifolia es Salvia yangii. Como vemos esta última especie no solamente ha cambiado el nombre del género, también el de la especie.
Perovskia atriplicifolia ‘Blue spire’
Todas las variedades que se han obtenido difieren principalmente en la forma de las hojas y la altura de la planta.
La Perovskia atriplicifolia ‘Blue spire’ es la variedad más utilizada y común en los jardines tanto públicos como privados.
Este cultivar, se cree que es un híbrido entre la Salvia abrotanoides y Salvia yangii, originalmente obtenido en Alemania por Notcutts Nurseries, Suffolk, quien lo calificó y lo exhibió por primera vez en la Royal Horticulture Society (RHS) en 1961.
Aunque en España no pierde la hoja, es un arbusto caducifolio de hojas aromáticas en verde grisáceo y floración azulada que aparece desde principios de verano hasta mediados de otoño.
¿Cómo es la Perovskia atriplicifolia?
Estamos ante un subarbusto semileñoso de crecimiento rápido, bastante compacto y porte irregular, cuyo aspecto general es herbáceo. Dependiendo del invierno que se dé en la zona puede llegar a perder el follaje o parte de él, aunque en el mediterráneo suele ser perenne.
Puede alcanzar desde los 0,50 al 120 cm de altura. En cuanto al follaje de la Salvia yangii, su tallo es rectangular y está cubierto de glándulas que le dan un aspecto plateado en otoño.
Las hojas dispuestas en pares opuestos, son de color verde grisáceo, con peciolos cortos, y miden de 3 a 5cm de longitud por 0,8-2cm de ancho. Son perfumadas en especial cuando se estrujan, con un aroma similar a la salvia y lavanda. Según variedad pueden ser de forma redondeada o lanceolada y son pinnatipartidas, es decir con el borde con un profundo corte que puede ser ondulado o dentado.
La floración se extiende desde mediados de verano hasta bien entrado el otoño. Dispuestas en panículas las pequeñas flores tubulares son bilabiadas de un color que va del azul al violeta. Son muy vistosas y de ellas se dice que desde lejos su apariencia es como una fina bruma.
Los frutos se desarrollan alrededor del mes de la floración y consisten en núculas ovales de color marrón oscuro de unos 2 x 1 mm. Una núcula es un tipo de fruto indehiscente (que no se abre cuando está maduro) dotado de una cáscara o pericarpio duro que suele contener sólo una semilla.
Cuidados de la Salvia yangii.
Para que su crecimiento sea correcto, fuerte, sano y florezca en abundancia, la ubicaremos al sol directo. En las zonas más cálidas, necesitará de una humedad ambiente que le podemos proporcionar si la acompañamos de otras plantas. En las zonas mediterráneas donde el calor es excesivo puede estar en semisombra.
En cuanto a la temperatura es capaz de tolerar heladas hasta de -34ºC, no afectando a la planta, solamente estropearán el follaje. Con una simple poda a finales de invierno brotará con fuerza en primavera.
Aunque la Salvia yangii tolera muchas condiciones de suelo, prefiere los suelos ligeros, con un elevado contenido de materia orgánica. Lo que no tolera es el encharcamiento, por lo que debe tener muy buen drenaje, tanto si está en suelo como en maceta. Como siempre recomendamos si la ubicamos en maceta, incorporar en el fondo, grava o arcilla expandida para que drene bien. Un sustrato de los llamados ‘universal’ o para ‘plantas de exterior’ es el recomendado y lo utilizaremos para su trasplante en maceta que lo efectuaremos en primavera.
Como indicamos al comienzo del artículo estamos ante una planta bastante resistente a la sequía, gracias a su raíz primaria que penetra en lo profundo de la tierra, por eso es muy utilizada en xerojardinería. Puede soportar el clima mediterráneo con exposición directa al mar, eso sí, nunca debemos dejarla encharcada, debe drenar muy bien.
Tanto el exceso de riego como el exceso de abonado dañarán sus raíces, es una planta que no necesita ser abonada, como mucho le podemos aportar coincidiendo con la floración un abonado mensual para plantas de flor en el agua de riego.
Para poder alargar la floración hasta dos o tres meses iremos eliminando las inflorescencias que vayan marchitando. A finales de invierno cuando ya no haya riesgo de heladas, la podaremos con un corte limpio y siempre por encima de una yema, limpiando ramas rotas, viejas o indeseadas, para que brote en primavera con fuerza.
La Perovskia atriplicifolia puede propagarse por semillas en primavera (reproducción sexual) o por esquejes (propagación vegetativa), esta última asegura que las nuevas plantas conserven las propiedades de la variedad madre.
Plagas y enfermedades de la Perovskia atriplicifolia.
La Salvia yangii o Salvia rusa tiende a ser una planta suficientemente resistente a las plagas y enfermedades que habitualmente se dan en los jardines o en macetas. Es muy rústica por lo que en un principio no nos debe de preocupar este apartado.
Lo que realmente puede ser un problema es el exceso de agua que haría que aparecieran hongos con la consiguiente pudrición de la planta.
La Perovskia atriplicifolia es una de las plantas más fáciles de cuidar, que se adapta naturalmente bien a la composición de un jardín mediterráneo