Su nombre popular es Cantueso o Lavanda española.
Existen muchos tipos de Lavanda con características parecidas y otras con detalles que las hacen especiales, como es el caso de la Lavandula stoechas cuya bráctea superior en la espiga la hace inconfundible, ya que es la única especie de Lavanda que lo tiene.
Si bien la Lavandula stoechas comparte algunas propiedades y usos con la Lavandula dentata, como su aroma y su valor ornamental, cada una tiene características únicas y se utiliza de manera diferente en especial en la medicina herbal y la aromaterapia. Por lo tanto, es crucial distinguir entre las dos para aprovechar al máximo sus beneficios.
La Lavandula stoechas es una planta popular en la jardinería ornamental debido a sus vistosas flores y su capacidad para atraer a polinizadores como las abejas y las mariposas. Se cultiva en jardines, parques y macetas, y es apreciada por su resistencia para soportar la sequía, porque no tiene problemas en crecer en todo tipo de terrenos y porque se adapta a la perfección al clima occidental, además de tener muy bajo mantenimiento.
Aunque puede haber variaciones dependiendo de las condiciones de cultivo y la variedad específica, en general, tiene un porte robusto y bien estructurado, lo que la hace ideal para borduras, macizos de flores o como planta de acento en el jardín. Es la variedad de Lavanda que tiene la flor más grande con una suave fragancia que le otorga la propiedad de repeler a los molestos mosquitos.
Entre marzo y agosto, sus flores se apiñan de forma densa en espigas de color que puede variar desde el violeta intenso hasta el blanco, pasando por tonos intermedios como el rosa y el púrpura, con una bráctea superior distintivo que se asemeja a un pétalo en algunas variedades de otra tonalidad diferente.
El origen de la Lavandula stoechas.
El género, Lavándula sp. comprende unas 60 especies distintas repartidas por todo el mundo, especialmente en el Mediterráneo de donde es originaria. Allí crece de forma silvestre.
En cuanto a su clasificación taxonómica, la Lavandula stoechas pertenece a la familia Lamiaceae, también conocida como la familia de las labiadas. Esta familia incluye una amplia variedad de plantas herbáceas, arbustivas y algunas especies leñosas, muchas de las cuales son conocidas por sus propiedades aromáticas y medicinales. La Lavandula stoechas comparte esta característica distintiva, ya que es apreciada tanto por su fragancia como por sus usos terapéuticos en la medicina herbal y la aromaterapia.
La diversidad lingüística de nuestro país conlleva una variedad de nombres regionales para esta planta, nombres populares como cantueso, tomillo borriquero, lavanda española, espliego macho, alhucema de monte…
¿Cómo es la Lavandula stoechas?
La Lavandula stoechas es una planta perenne que generalmente desarrolla un sistema de raíces fibrosas poco profundas. Estas raíces le permiten adaptarse a una variedad de condiciones de suelo, aunque prefieren suelos bien drenados y arenosos. Suele crecer hasta alcanzar alturas de entre 30 y 60 centímetros, aunque en condiciones óptimas puede llegar a ser un poco más alta.
El porte de la Lavandula stoechas es generalmente compacto y erecto. Las plantas suelen crecer de manera densa y formar matas redondeadas o ligeramente extendidas, especialmente cuando están en plena floración. Los tallos son leñosos en la base y tienden a ramificarse a medida que crecen, lo que contribuye a su apariencia arbustiva.
Las hojas son estrechas, lanceoladas y de color verde grisáceo. Tienen un aspecto parecido a las agujas y están dispuestas en espiral a lo largo de los tallos. Tienen una ligera vellosidad.
Las flores aparecen entre marzo y agosto, siendo la característica más distintiva de la Lavandula stoechas. Se presentan en espigas densas y compactas que se elevan por encima del follaje. Cada espiga está compuesta por numerosas flores pequeñas, con una bráctea superior que se asemeja a una especie de banderola, y pétalos inferiores más pequeños. El color de las flores puede variar desde el violeta intenso hasta el blanco, pasando por tonos intermedios como el rosa y el púrpura.
Estamos ante una planta hermafrodita (sus flores contienen elementos reproductores masculinos y femeninos) cuya polinización es cruzada, esto quiere decir que la parte masculina madura antes que la femenina, para poder así polinizar a flores de plantas diferentes, proceso este que realizan los insectos.
Tras la floración, la Lavandula stoechas produce pequeños frutos secos que contienen las semillas. Estos frutos suelen estar encerrados en cápsulas que se abren cuando las semillas están maduras, dispersándolas para dar lugar a nuevas plantas.
Cuidados de la Lavandula stoechas.
Esta planta aromática es ideal para disfrutarla tanto como planta aislada en grandes maceteros como en bonitos macizos florales, borduras e incluso setos bajos. Además, no debemos olvidar que se trata de una especie aromática que desprende un agradable aroma.
La Lavandula stoechas prefiere una exposición soleada y cálida. Debe recibir al menos seis horas de luz solar directa al día para un crecimiento óptimo y una floración abundante.
Al igual que la mayoría de las especies de lavanda, esta requiere de un buen drenaje. Por lo tanto prefiere suelos sin cal, ácidos y silíceos, aunque tolera los suelos calizos cuando se desarrollan sobre una litología ácida subyacente que está presente desde el nivel de mar hasta los 1.000 m sobre él. Por ello, si el suelo de nuestro jardín es arcilloso es conveniente mejorarlo aportándole arena. En rocallas al estar elevadas drenará bien.
La Lavandula stoechas es resistente a climas cálidos y secos. Puede tolerar temperaturas moderadamente frías, pero es susceptible a las heladas severas.
Es importante no excederse con el riego, ya que la lavanda es susceptible a la pudrición de las raíces en suelos demasiado húmedos. Así que debemos regar de forma moderada, permitiendo que el suelo se seque ligeramente entre riegos.
La Lavanda stoechas es una planta que no requiere demasiado abono. Podemos aplicar un fertilizante equilibrado una vez al año en primavera para promover un crecimiento saludable y una floración vigorosa.
La poda es importante para mantener la forma compacta de la planta y estimular una floración abundante. Podaremos ligeramente después de la floración para eliminar las flores marchitas y dar forma a la planta. También puedes podar ligeramente en primavera para eliminar ramas secas o indeseadas.
La Lavandula stoechas se puede propagar fácilmente a partir de esquejes semileñosos en verano.
Plagas y enfermedades de la Lavandula stoechas.
La Lavandula stoechas es una planta muy rústica y sin apenas cuidados sanitarios. Es más, al igual que otras especies de Lavanda, produce un aroma característico que puede actuar como repelente natural para ciertos insectos no deseados como pueden ser los pulgones, así como algunas especies de moscas, mosquitos y polillas que pueden dañar las flores y las hojas.
Este aroma se debe a la presencia de compuestos volátiles en el aceite esencial de la planta, como el linalol y el acetato de linalilo, que tienen propiedades repelentes para algunos insectos.
En cuanto a plagas nos podemos encontrar ácaros, trips y algunas especies de escarabajos que pueden alimentarse de las flores y hojas de la Lavandula stoechas, causando daños estéticos y debilitando la planta.
Respecto a enfermedades, podemos encontrarnos con Botrytis en condiciones de alta humedad, Oidium, y podredumbre de la raíz por exceso de humedad en el suelo.
Para prevenir y controlar estas plagas y enfermedades, es importante mantener un buen manejo del suelo, proporcionar un drenaje adecuado, evitar el exceso de humedad y mantener la planta saludable mediante la poda adecuada y la eliminación de partes infestadas. En algunos casos, puede ser necesario utilizar tratamientos químicos o biológicos específicos para controlar las plagas y enfermedades de manera efectiva.
La Lavándula stoechas se caracteriza por su distintiva bráctea sobre la espiga de floración, que en ocasiones al ser de distinto color a las flores nos ofrece un bello y delicado contraste.
