Existe todo un catálogo de especies de coles, muy distintas entre sí.

Con la llegada del otoño, llega también el tiempo para cambiar las plantas de nuestro huerto. Arrancaremos las hortalizas típicas de verano (tomateras, berenjenas, calabacines, judías, pepinos, pimientos…) que no toleran bien el frío y las sustituiremos por otras de temporada, como las espinacas, alcachofas, habas, acelgas y ¿cómo no?, las coles.

Voy a comprar unos planteles de coles para mi huerto”. Esta puede ser una expresión muy habitual a la hora de referirnos a esta especialidad hortícola. Sí. Especialidad porque bajo la palabra coles, hay todo un catálogo de especies y muy distintas entre sí.

Coles de Bruselas

Hay coles que se recolectan una sola vez, como las coliflores, la col repollo o la col romanesco. Y otras que permiten su recolección durante varias semanas, siendo un ejemplo claro la col de Bruselas, cuyas colecitas se van recolectando según va creciendo la planta.

Además de las especies populares en España, también hay otras no tan conocidas procedentes de oriente, como son las coles mostazas orientales, el brécol chino o la komatsuna mizuna.

Tipos de coles

Por si fuera poco, en todos los casos se encuentran sus respectivas variedades. Con todo ello, se puede decir que quien desee tener un huerto urbano plantado solo de coles, puede conseguir un espectáculo visual y gastronómico, con su diversidad de colores, formas y ya en la cocina, sabores y posibilidades de recetas elaboradas.

¿Cuántos tipos de coles hay?

Para una visión más sencilla, a continuación, exponemos una relación de los diferentes tipos de coles más populares para cultivarlas con éxito en España.

Comenzamos con las llamadas “coles occidentales”, las que podemos encontrar e identificar de forma fácil en las tiendas o secciones de frutas y hortalizas. A continuación, las nombraremos por grupos para su mejor identificación:

  • Coliflores. Es la más popular con su característica pella blanca, aunque ya la podemos encontrar en otros colores, como el violeta o el naranja.
  • Repollos. Las hay en varios colores y tipos de hojas, siendo una de las más conocidas la col lombarda.
  • Coles de Bruselas. En el supermercado, lo normal es encontrarlas en la sección de los congelados. Sus colecitas nacen alrededor de su tallo principal y recolectadas directamente de la planta, al igual que ocurre con los guisantes, cocinadas son más exquisitas que las congeladas.
  • Brécoles. Este grupo no es tan conocido, siendo muy parecido al brócoli. De ellas podemos recolectar sus vástagos cuando se inducen a floración.
  • Calabreas. Es el brócoli, cada día más popular y asociado a una buena dieta.
  • Coles romanesco. Un híbrido de brécol y coliflor, cuya pella es especialmente extraña a la vez que atractiva.

Coliflores de colores

Al margen de ellas y, ya que tratamos las “coles occidentales”, es interesante mencionar las coles rizadas, cuyas hojas rizadas son muy ornamentales. Así, los extremos de nabos y brécol raba de las que se consume sus hojas, tallos jóvenes y capítulos de sabor dulzón, cocidos o incluso en ensalada.

Respecto a las “coles orientales”, aun no siendo tan conocidas, ya podemos encontrar planteles para cultivarlas fácilmente en nuestro huerto urbano. Algunas de ellas son:

  • Mostazas orientales. Son plantas de porte grande con hojas a menudo gruesas.
  • Brécol chino o kai-lan. También conocido como gai lan, es una verdura de la que recolectamos inflorescencias diminutas, parecidas a las del brécol.
  • Pak Choi. Estas no forman cabezas y tienen hojas verdes, lisas y oscuras.
  • Verduras mizuna. De aspecto es parecida a la rúcula, pero su sabor es un poco más picante.
  • Repollos chinos. Más conocida como lechuga china, sus hojas son comestibles, de color verde claro y brillante.
  • Komatsuna mizuna. Conocida como mostaza espinaca debido al sabor ligeramente picante, es utilizada como contenido principal de ensaladas, sopas y acompañamiento junto a carnes.

Viendo este enorme grupo de coles, a partir de ahora, antes de “ir a comprar unos planteles de coles para mi huerto”, seguro que nos podemos documentar sobre ellas y experimentar con aquellas menos conocidas. Además de cultivarlas, con algunos tipos sorprenderemos a la familia y amistades.

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