Ideal para jardines costeros mediterráneos.
El Ceanothus griseus se utiliza con diversos fines en paisajismo y jardinería, por su atractivo estético y su resistencia. Muy apreciado por su follaje y en especial por sus hermosas flores.
Se utiliza en jardines ya sea en macizos de flores, borduras, setos o como cubresuelo. Sus flores de un color azul o violeta, aparecen en primavera proporcionando un atractivo punto focal en el paisaje.
Es una planta que se suele plantar en los huertos urbanos porque sus flores son una fuente de néctar para abejas, mariposas y otros insectos polinizadores que ayudan a apoyar la vida silvestre beneficiosa en el huerto y también en el jardín.
Para mantener la humedad en el suelo y controlar las malas hierbas se utiliza como cubresuelos por su naturaleza rastrera. Su sistema radicular profundo con raíces extensas ayuda a estabilizar taludes y prevenir la pérdida de suelo en áreas con grandes pendientes.
El Ceanothus griseus es un arbusto perennifolio con un crecimiento que no es agresivo, fácil de mantener, resistente a la sequía, a la brisa marina y la salinidad.
El origen del Ceanothus griseus
El género Ceanothus sp. incluye algo más de 50 especies de arbustos pertenecientes a la familia Rhamnaceae. Entre las especies más conocidas encontramos a la especie que nos ocupa, la Ceanothus griseus, pero también la Ceanothus arboreus, Ceanothus americanus, Ceanothus concha, Ceanothus coeruleus, Ceanothus delilianus, Ceanothus papillosus, Ceanothus rigidus y Ceanothus thyrsiflorus como más ornamentales.
Este arbusto, como todo su género, es originario de la parte más árida de California que crece a lo largo de la cordillera costera del centro y norte del estado de California, formando parte del matorral costero, por lo que es capaz de soportar la sequía.
La Ceanothus griseus, es también conocida como ceanothus gris, lila de California, carmel ceanothus, entre otras.
¿Cómo es el Ceanothus griseus?
El Ceanothus griseus es un arbusto perennifolio de porte redondeado con un follaje denso y crecimiento erecto muy ramificado que puede alcanzar un desarrollo en altura algo más de un metro y en anchura hasta los tres metros, por lo que debemos saber a la hora de su plantación en suelo que ocupará bastante espacio.
El tallo es leñoso y ramificado, y su color puede variar desde marrón claro hasta grisáceo. Las hojas son simples, opuestas y lanceoladas, con bordes ligeramente irregulares. Tienen una textura rugosa, son de color verde oscuro en el haz y más pálidas en el envés.
La floración ocurre habitualmente en primavera o principios de verano, lo que brinda un espectáculo muy colorido en este arbusto. Sus flores aunque pequeñas son muy vistosas. Se agrupan en inflorescencias densas y redondeadas. Cada flor tiene cinco pétalos de color azul intenso.
Aunque no son particularmente llamativos desde el punto de vista ornamental, el Ceanothus griseus, produce frutos pequeños y redondos que se asemejan a cápsulas o pequeñas vainas, son de color marrón oscuro o negro cuando están maduros. Tienen un tamaño aproximado de 4 a 6 mm de diámetro y contienen semillas en su interior. Estas semillas son generalmente duras y de color oscuro. No son comestibles, aunque algunos animales se alimentan de ellas.
Cuidados del Ceanothus griseus
Su ubicación debe de ser a pleno sol para que crezca de forma compacta y florezca en abundancia. El Ceanothus griseus aunque tolera temperaturas bajas sobre los 7ºC, una helada persistente no es conveniente, por lo que en zonas con heladas constantes se recomienda su plantación en maceta para poder resguardarla.
En cuanto a suelo prefiere aquellos terrenos con muy buen drenaje puesto que sus raíces son muy sensibles al encharcamiento, como casi todas las plantas. Si plantamos el Ceanothus griseus en maceta, esta será profunda, además pondremos en la base una buena capa de grava o arcilla expandida y utilizaremos un sustrato para plantas acidófilas. El trasplante siempre se efectuará al comienzo de la primavera.
Partiendo de que es una planta que tolera bien la sequía, su riego será moderado, esperaremos a que el sustrato se seque algo y entonces regaremos, especialmente en los ejemplares bien establecidos. En verano con las altas temperaturas necesitará más hidratación, siempre sin encharcarla. Debemos tener en cuenta que, durante la época de floración, también habrá que aumentar un poco la cantidad y frecuencia de riegos siempre suaves y poco abundantes.
Le aplicaremos en primavera un abono especial para plantas acidófilas, para de esta manera mantener el sustrato ligeramente ácido. Es recomendable también aportar estiércol al final de invierno y un poco de tierra de castaño o de sustrato para plantas acidófilas, si el terreno es alcalino.
Tras la floración, será cuando podamos realizar alguna poda para mantener el porte deseado y eliminar las flores marchitas. De esta forma también conseguiremos el nacimiento de nuevos brotes que nos darán una mayor floración. Ideal si tras la poda aplicamos un fungicida para mantener los hongos a raya.
La reproducción de esta planta se realiza por semilla o mediante esquejes semileñosos en verano y leñosos en otoño.
Plagas y enfermedades del Ceanothus griseus
Es una planta que resiste bien a las plagas y enfermedades comunes del jardín, si bien esta resistencia puede variar según las condiciones ambientales y la salud general de la planta. En ciertas circunstancias puede ser atacada por pulgones y araña roja, ambos controlables con insecticida y acaricida.
Si el suelo es muy alcalino sufrirá clorosis (amarilleo de sus hojas), por lo que es recomendable acidificar el terreno con sustrato para plantas acidófilas, además de aplicar quelato de hierro para reverdecer las hojas.
Sí que debemos vigilar el riego para evitar pudriciones y ataques de hongos como el Mildiu que debilita a la planta y afecta a su crecimiento. Para su control, podemos utilizar de forma preventiva un fungicida, además de asegurarnos que la planta tenga un buen drenaje y una buena circulación de aire.
El Ceanothus griseus es un arbusto muy fácil de cuidar, con un crecimiento que no es agresivo, resistente a la sequía, a la brisa marina, a la salinidad, con una floración espectacular… ¿Qué más se puede pedir?
