Los Cárices conocidos también como juncos o juncias, son un género de plantas que no pierden su follaje, van produciendo hojas nuevas, a la vez que las más viejas se van marchitando.
Muchos paisajistas en patios, terrazas y jardines resaltan el atractivo y elegancia del follaje fino del Carex sp., en altas macetas, donde la floración es también llamativa ya que aparece agrupada en inflorescencias en forma de espiga.
Son ideales para rocallas, macizos y borduras, empleándose entre otras plantas donde contrastan con sus colores, aportando gracia y movimiento a la composición.
En estanques, riberas de ríos o bajo los grandes árboles son muy útiles como tapizantes, resultando además muy decorativos.
Este género Carex sp es muy utilizado en esos jardines donde se quiere dar ese aire rural, ese aspecto natural y campestre, ya que son superversátiles y nos ofrecen una amplia gama de colores y de adaptaciones al entorno.
Debemos saber que existen un gran número de variedades dentro del género Carex sp. Cada una tiene sus propias características y preferencias de hábitat, lo que las hace adecuadas para diferentes aplicaciones en jardinería y restauración ecológica.
El origen del Carex sp.
El género Carex sp. es originario del hemisferio norte y se encuentra distribuido ampliamente en diversas regiones del mundo. Es conocido de forma coloquial como junco o juncia y pertenece a la familia de las ciperáceas (Cyperaceae), una familia de plantas monocotiledóneas, también conocidas como gramíneas o hierbas ciperáceas.
Existen muchas especies dentro del género Carex sp., con una amplia diversidad en cuanto a su hábitat y apariencia. Nombraremos algunas de las variedades y especies más destacadas comercializadas bajo la marca MaQu por Poleplants, los cuales son servidos en bandeja de tacos, como en formatos del 13, 17 cm Ø o 5 litros:
Carex bronco:
Alcanza una altura sobre los 50 cm. Tiene un crecimiento erguido con tallos y hojas de un llamativo color bronceado rojizo, que se vuelven pendulares. En jardinería se utiliza para borduras, para contrastar en macizos y como subresuelo.
Carex bruena ‘Aureomarginata’:
Es una variedad muy apreciada por su follaje que presenta hojas estrechas y alargadas con bordes de color dorado o amarillo que contrastan con el color verde oscuro del centro de la hoja. De crecimiento moderado, forma matas redondeadas y compactas que pueden alcanzar una altura alrededor de 40-50 cm. Esta variedad de Carex puede exponerse a pleno sol como en lugares sombreados o parcialmente sombreados, siendo adecuada para jardines de sombra, bordes de bosques o áreas donde reciba luz filtrada. Es una planta resistente, adaptada a climas templados, tolerando bien las heladas moderadas, el viento marino y la contaminación atmosférica. La floración es de color beige en junio-agosto.
Carex buchananii:
Conocido como junco de fuego, esta bonita especie se distingue por su color rojizo intenso en la variedad ‘Red rooster’. Es una planta ornamental popular en jardinería muy utilizada para agregar acentos de color en los paisajes. Sus hojas acintadas llegan a una altura de 75 cm y son de un color marrón-anaranjado. Se utiliza en borduras, taludes, parterres, rocallas y cubresuelos tanto al sol como a media sombra.
Carex comans:
Se le conoce como junco de Nueva Zelanda o junco bronceado. Se utiliza a menudo en jardinería por su resistencia a las condiciones secas. Forma unas densas matas de color generalmente verde claro o bronceado, donde sus hojas finas y flexibles alcanzan tanto en altura como en anchura los 50 cm. Es muy decorativa, apta en rocallas, preciosa entre macizos de flores coloridas. Debe plantarse a un marco de seis plantas por metro cuadrado.
Carex flacca:
Presenta un atractivo follaje de un color glauco (azul verdoso) alcanza una altura de 15 a 30 cm. Su crecimiento es rápido y se cultiva en rocallas y como cobertura del suelo donde hace recubrimientos densos a un marco de plantación de 8 a 10 plantas por metro cuadrado. Ideal en semisombra o sombra completa. También en veranos frescos puede crecer a pleno sol con una tolerancia moderada a la sequía. La floración tiene lugar en primavera, aunque es insignificante.
Carex flagellifera:
Esta gramínea se adapta muy bien a todos los tipos de suelo. Sus finas y largas hojas son de un color verde claro. Se utiliza bastante en jardinería para rellenar huecos vacíos del jardín donde aporta un toque rústico. También es muy utilizado en restauración de suelos y en proyectos de jardinería sostenible. Alcanza una altura sobre los 110 cm y una anchura de 90 cm.
Carex grayi:
Este Carex se le conoce por su follaje como junco gris. Sus hojas de color verde grisáceo le dan un toque distintivo al jardín. Alcanza una altura sobre los 45 cm y prefiere la semisombra.
Carex morrowii:
Se le conoce como junco variegata, por su follaje en tonos verde claro y blanco a la variedad Carex morrowii ‘Everline’. No es invasivo y en los jardines de sombra es muy utilizado por su vigorosidad como cubresuelo. Alcanza una altura entre los 30 y 40 cm y su marco de plantación es de seis plantas por metro cuadrado.
Carex muricata:
De porte herbáceo puede alcanzar una altura entre los 30 a 50 cm. Forma densas matas, con hojas estrechas de color verde vivo y ligeramente brillante, que en invierno se tornan metálicos. Ideales en borduras, taludes y agrupaciones con otras plantas. La densidad de plantación está entre 4-6 plantas/m2.
Carex oshimensis:
Este Carex es una planta de baja altura que no alcanza más de 25 cm tanto de altura como de diámetro. Forma matas redondeadas y compactas, de hojas estrechas y delgadas que conforme crecen se arquean dándole un porte muy atractivo. La variedad Carex oshimensis ‘Everest’ tiene una franja longitudinal central de color amarillo rodeado de franjas laterales de color verde brillante que en condiciones de semisombra, el colorido de sus hojas se intensifica.
Carex panicea:
Estamos ante una planta robusta que forma matas que alcanzan los 30 cm de altura. Sus hojas tienen un color verde azulado. Se la conoce como juncia pratense o juncia clavel. En cualquier jardín o paisaje natural, este Carex añade color e interés, constituyendo también un atractivo telón de fondo para un estanque de jardín donde le proporciona textura y altura.
Carex pendula:
Esta especie es conocida como junco colgante o junco llorón y es de crecimiento rápido. Tiene tallos largos y arqueados que con las espigas alcanzan una altura de entre 100 a 120 cm. Sus hojas acintadas son de color verde oscuro y se encuentra comúnmente en áreas húmedas y encharcadas donde se puede desarrollar a pleno sol, aunque lo ideal es a media sombra o sombra intensa, en este caso, siempre con humedad. El marco de plantación es de 2-4 plantas/m2.
Carex riparia:
Conocido también como Cárice de río, junco de ribera o junco ribereño, lo encontraremos en zonas húmedas normalmente, ya que se utiliza mucho en paisajes de agua y en sistemas de fitodepuración, con una exposición a pleno sol, aunque puede crecer en semisombra de manera relativa. Tiene hojas estrechas y alargadas, de color verde oscuro que se suelen arquear formando matas densas que alcanzan en altura alrededor de 40 a 60 cm. Florece entre primavera a principios del verano produciendo espigas de flores pequeñas de color marrón. Los cultivares utilizados en jardinería tienen las hojas matizadas y requieren de suelos húmedos.
Carex testacea:
Este Carex se adapta bien a cualquier tipo de suelo, resistiendo muy bien tanto el viento como el frío. Aporta un toque rústico con su follaje de hojas muy largas y finas en una tonalidad verde tostado. Ideal como casi todos los carex para jardines de bajo mantenimiento.
¿Cómo es el Carex sp.?
Los Cárices son plantas herbáceas perennes, vivaces de crecimiento rápido que alcanzan según variedad entre los 40 a 110 cm de altura. Sus tallos largos son angulados y planos que crecen en forma cespitosa, es decir, todos nacen de un mismo punto.
Son plantas cuyo follaje está compuesto por largas hojas en forma de cintas. El color de las hojas es una característica única de cada variedad y estos varían en tonalidades, verdes, bronces y grises incluso las hay variegata.
La floración puede variar según la especie y las condiciones ambientales, pero generalmente ocurre en primavera o verano. Se trata de una floración generalmente discreta y poco llamativa. Las flores del Carex sp. son pequeñas y se agrupan en espigas que varían en forma, tamaño y color dependiendo de la especie. Estas flores carecen de pétalos vistosos y suelen ser de color marrón o verde y aunque discretas le dan un valor ornamental debido a la forma y textura de sus hojas. Las inflorescencias, aunque pequeñas, agregan siempre un atractivo sutil a la apariencia general de la planta.
Cuidados del Carex sp.
Los cuidados específicos pueden variar ligeramente según la especie de Carex sp. que se trate, pero a grandes rasgos, los cuidados básicos que se aplican a la mayoría de las especies de Carex sp. son los siguientes:
Digamos que los Cárices se adaptan a diferentes niveles de luz, aunque la mayoría prefiere los lugares frescos en semisombra con al menos seis horas de sol directo diarias. Algunas variedades pueden tolerar estar también a pleno sol, aunque en lugares donde la radiación es intensa, recomendamos la semisombra. Resisten además bien la salinidad y la brisa marina.
El Carex sp. es una planta poco exigentes en cuanto a suelos y temperaturas. Los podemos ubicar hasta en suelos pobres, eso sí, los prefiere ricos en materia orgánica, como todas las plantas. Recordemos que necesita suelos húmedos, profundos y con muy buen drenaje. Hay algunas variedades que pueden prosperar en terrenos inundados. Toleran bien climas extremos, soportando temperaturas desde -15 a 35ºC.
En el caso de que lo queramos trasplantar a una maceta donde quedan estupendos, podemos recurrir a un sustrato universal incorporando en la base para que tenga buen drenaje, grava o arcilla expandida.
El Carex sp. resiste bastante a la sequía, por lo que el riego debe ser moderado. Debemos intentar que el sustrato esté húmedo sin encharcarlo y en primavera y verano donde las temperaturas son más elevadas no debemos descuidar el riego, ni tampoco si están en maceta. Este es un género muy recomendable para jardines de xerojardinería.
Realmente el Carex sp. requiere de poco fertilizante, pero si se le aplica tendrá un crecimiento excelente. Bastará un abono de liberación lenta o un abonado anual con un poco de materia orgánica animal, como el estiércol en primavera para promover un crecimiento saludable.
No requieren ninguna poda, ellos mismos van eliminando las hojas más viejas conforme nacen nuevas. Sí que podemos retirar las flores marchitas.
El Carex sp. se resiembra espontáneamente, ya que producen numerosas semillas y aunque se pueden reproducir así de forma espontánea o sembrando nosotros las semillas, la reproducción del Carex sp. más habitual es mediante la división de matas en primavera, como muchas gramíneas. Partiendo de la parte central de la planta, la dividiremos con la ayuda de unas tijeras bien afiladas procurando que cada una de las partes tenga un mínimo de raíz, para una vez plantado en una maceta enraíce y crezca.
Plagas y enfermedades del Carex sp.
Estamos ante un género de plantas que por sus características y rusticidad no suelen verse afectadas por plagas y enfermedades, pero debemos saber que al estar cultivadas en exteriores, son susceptibles de ser atacadas por insectos de cultivos colindantes, por lo que hay que estar atentos ante cualquier sintomatología que se pudiera presentar. Serían los pulgones, caracoles y babosas los más predispuestos a atacar a este tipo de plantas, que con un buen insecticida y antilimacos solucionaríamos llegado el caso.
En lo que si debemos prestar atención es a la humedad ya que es lo que podría ocasionar problemas de hongos, que en ese caso trataríamos con un fungicida.
En resumen, los Cárices son plantas de rápido crecimiento que no necesitan de grandes cuidados ni de mucho mantenimiento.
