De este género conocemos y comemos las cebollas, los ajos, el cebollino, el puerro…, pero también se cultivan especies ornamentales por las alegres esferas de sus flores.
Como decimos este género de plantas incluye estas especies conocidas por todos y de gran importancia económica, como el Allium porrum (puerro), Allium cepa (cebolla), Allium fistulosum (cebollino) o Allium sativum (ajo).
Esta planta bulbosa en su versión ornamental, nos ofrece un buen número de especies y variedades ya que son perfectas para la decoración de jardines en las que cada vez su uso es más frecuente. Nos sorprenden en especial por sus peculiares flores globosas, en tonalidades blanco, malva, morado o rosa, que lucen de forma espectacular desde finales de primavera hasta avanzado el verano.
Tienen cabida en todos los estilos de jardines, en especial en los informales o naturalistas donde aportan un contraste imprescindible para acabar con una sensación de monotonía. En la jardinería mediterránea con plantas como las festucas, santolinas o lavandas, de forma almohadillada, son el contrapunto perfecto en parterres.
Es ideal para los macizos de flores por su larga duración, pero debemos siempre acompañarlas de otras plantas de temporada ya que cuando florecen a lo alto, sus hojas se marchitan por lo bajo, por lo que el follaje de las otras especies lo compensará.
Los ajos o cebollas ornamentales, como se conoce a los Allium spp., se valoran principalmente en jardinería por la flor que crece en la parte central de la planta al final de un largo tallo en forma de inflorescencia redonda. Su flor es un complemento ideal en arreglos florales donde es muy apreciada.
Además es una planta que ahuyenda a ratas y topillos liberando ciertas sustancias que también protegen a las plantas colindantes, por ejemplo de la Botrytis.
El origen del Allium spp.
El género Allium spp. tiene alrededor de mil especies de plantas herbáceas perennes, bulbosas, que pertenecen a la familia Amarillydaceae, aunque algunos sistemas de clasificación más antiguos lo ubican en la familia Liliaceae. Decimos que sobre las mil especies porque este género es taxonómicamente muy difífcil y son numerosas las especies próximas discutidas. El ajo (Allium sativum), es la especie tipo.
Es originario de las zonas templadas de Asia y se le conoce como ajo ornamental, cebolla ornamental o alium de forma popular.
¿Cómo es el Allium sativum ornamental?
Es una planta muy vistosa que puede alcanzar desde los 30 a los 70 cm de altura. Sus hojas son acintadas de un color verde brillante y tienen un aroma intenso. Estas se marchitan cuando llega la floración.
Del centro surge un tallo hueco que predomina sobre el follaje y al final una inflorescencia globosa en tonos blanco, malva, morado o rosa de un diámetro aproximado de 8 cm que nos acompañará durante meses. Sus flores con forma de estrella o campana, se agrupan en estas inflorescencias redondas sobre tallos firmes y sin hojas. La parte baja redondita de la flor es la parte comestible.
Pasada la floración, el Allium sativum ornamental, nos dejará una cabeza de semillas que resulta muy decorativa, ya que esta nos sigue aportando interés al jardín también durante el otoño.
En MaQu comercializamos esta planta en macetas de dos litros a partir del mes de mayo, por lo que solamente tienes que hacerle hueco y disfrutar de su floración de inmediato.
Cuidados del Allium sativum ornamental
Para un buen crecimiento y floración abundante, lo ubicaremos a pleno sol. En las zonas mediterráneas donde el calor es excesivo puede estar también en semisombra. Necesita una humedad ambiente que le podemos proporcionar si la acompañamos de otras plantas.
Aunque son bastante resistente al frío, sí que debemos protegerlos de las heladas si estas son persistentes aplicando una gruesa capa de corteza de pino por ejemplo. Si los tenemos en maceta o jardinera los pondremos bajo abrigo.
Aunque tolera muchas condiciones de suelo, prefiere como casi todas las plantas suelos ligeros, con algo de materia orgánica. Lo que es muy importante es que tenga muy buen drenaje, no tolera es el encharcamiento, tanto si está en suelo como en maceta. Si la ubicamos en maceta, incorporaremos en el fondo, grava o arcilla expandida para que drene bien.
Es una planta que requiere de un riego moderado, nunca debemos dejarla encharcada, debe drenar muy bien el suelo en el que esté implantada. Solamente debemos durante los meses más calurosos prestar atención porque puede necesitar algo más de agua. En el periodo de latencia si que debemos moderar el riego para evitar que se pudran los bulbos.
Si queremos que el Allium sativum ornamental florezca en abundancia, al comienzo de la primavera, podemos abonarla con un abono especial para plantas de flor incluido en el agua de riego, a la dosis recomendada por el fabricante.
Cuando acaba la floración, a diferencia de otras bulbosas el Allium sativum ornamental se naturaliza bien, una vez plantado vivirá durante años formando colonias numerosas. En este caso no dañaremos sus hojas y permitiremos que se marchiten sobre la planta ya que estarán alimentando al bulbo para florecer el próximo año.
Si queremos cambiar su emplazamiento o reproducirlo con los bulbillos que va creando, sí que desenterraremos los bulbos y lo haremos antes de las primeras heladas, cuando deje de florecer, desenterrándolos y volviendo a sembrarlos en otoño para que florezcan en primavera. La reproducción por semilla se puede realizar, pero es un proceso muy lento.
Plagas y enfermedades del Allium sativum ornamental
El ajo ornamental o Allium sativum ornamental tiene pocas amenazas. En clima cálido y húmedo puede ser atacada por diversas enfermedades fúngicas. Debemos proteger las plantas con tratamientos fungicidas de forma preventiva y evitando el exceso de riego.
El Allium sativum ornamental como decíamos al comienzo repele las plagas que viven bajo tierra y podrían atacar los bulbos. Son los nematodos y los dípteros la única amenaza para estas plantas. Resolveremos el problema con tratamientos preventivos con un insecticida y manteniendo la aireación y una buena organización en los macizos.
Las esferas redondas de sus flores que se elevan entre las vivaces y gramíneas aportan una nota delicada de color de un valor inigualable