Abrótano hembra, Santolina o Manzanilla basta, son tres de sus nombres populares.
La Santolina chamaecyparissus es una planta herbácea protagonista en el jardín, dentro del grupo de las plantas aromáticas y medicinales, junto al romero, la salvia, la lavanda o el tomillo, por ejemplo.
Tiene un alto valor ornamental por la forma que adquiere su masa foliar cuando es adulta, por la forma y color de sus hojas y en especial por los toques dorados que nos dan sus flores, que contrastan a la perfección con el fondo grisáceo de su follaje.
La Santolina chamaecyparissus se utiliza en paisajismo en zonas de rocallas, para la creación de borduras y en especial para crear alfombras herbáceas de color grisáceo para cubrir grandes superficies. En Xerojardinería resulta ideal por ser muy resistente a la sequía, lo que hace que la frecuencia de riegos sea más bien escasa.
La Santolina posee propiedades medicinales muy interesantes, de ahí sus grandes extensiones de cultivo, pero en este artículo nos centramos en su valor ornamental, donde tanto en jardín como en balcones, terrazas o patios nos aporta aroma, belleza y saboorrr, como diría Samantha Vallejo-Nágera.
El origen de la Santolina.
El género Santolina L. comprende según autores entre 15 y 18 especies, siendo la más cultivada la que nos ocupa, la Santolina chamaecyparissus, aunque existen otras especies y subespecies dentro del género que también podemos encontrar y que tienen valor ornamental, porque aunque es una planta silvestre, genéticamente se han realizado muchas mejoras mediante selección de plantas de cara a conseguir variedades que se comporten mejor para su uso en jardinería. Entre ellas encontramos:
- Santolina insularis: Especie endémica de las islas Baleares. Adecuada para jardines rocosos y áridos su crecimiento es más compacto que en la S. chamaecyparissus.
- Santolina neapolitana: Se la conoce como Santolina napolitana o Manzanilla blanca. En comparación con la S. chamaecyparissus, esta especie posee un crecimiento más robusto y sus hojas son más grandes. Produce flores amarillas similares a las otras especies del género.
- Santolina rosmarinifolia: Conocida como Santolina de hoja de romero, presenta un follaje similar al del romero, con hojas estrechas y lineales. Produce pequeñas flores amarillas en verano y es apreciada por su aroma y su capacidad para atraer a polinizadores.
- Santolina virens: También llamada Santolina verde, se caracteriza por tener hojas verdes y redondeadas, a diferencia de la S. chamaecyparissus, que tiene hojas más estrechas y grisáceas. Sus flores amarillas son similares a las de otras especies de Santolina.
La Santolina chamaecyparissus, comúnmente conocida como Santolina, Manzanilla de Mahón, Abrótano hembra, Cipresilla o Hierba lombriguera, entre otros, es una planta perenne que pertenece a la familia Asteraceae.
Es nativa de la región mediterránea, concretamente del sur de Europa y norte de África. Ahí crece de forma natural en los suelos áridos y soleados de las laderas rocosas y terrenos calcáreos, dato que nos hace saber su resistencia a la sequía, siendo perfecta para su cultivo en regiones con climas cálidos y secos.
¿Cómo es la Santolina?
Entre las especies y subespecies descritas anteriormente podemos ver las diferencias en cuanto al follaje y porte. En este punto nos centraremos en describir la Santolina chamaecyparissus.
Se trata de una planta perenne, aromática, culinaria y medicinal de porte bajo y compacto que generalmente alcanza una altura no superior al medio metro. Su forma es redondeada y su crecimiento denso. Los tallos de la Santolina chamaecyparissus son leñosos en la base y tienden a ramificarse a medida que crecen. Son de un color grisáceo y presentan una textura leñosa y rugosa.
Las hojas son estrechas, lineales y están densamente cubiertas por una capa de pelos finos que les confiere ese color gris plateado. Desprenden un intenso olor que recuerda a la manzanilla, aunque algo menos agradable.
La floración de la Santolina chamaecyparissus sucede generalmente desde finales de primavera hasta principios de otoño. Las flores se producen en pequeñas cabezas globosas dispuestas en racimos terminales. Estas son individuales, pequeñas y de color amarillo brillante. Cada cabeza floral está formada por numerosas flores tubulares dispuestas en un disco central rodeado por brácteas. Las flores son muy atractivas para polinizadores como abejas y mariposas.
Tras la polinización, las flores de la Santolina chamaecyparissus producen frutos en forma de aquenios, que son pequeños y secos, típicos de la familia Asteraceae. Cada aquenio contiene una semilla pequeña y alada que es dispersada por el viento una vez que el fruto madura y se abre.
Cuidados de la Santolina.
La Santolina es una planta muy fácil de cuidar, no cuesta demasiado trabajo mantenerla en perfectas condiciones, ya que es muy resistente.
Su ubicación será siempre a pleno sol para que tenga un crecimiento adecuado. Es muy rústica y resiste muy bien la climatología adversa, tolerando muy bien el frío e incluso heladas como las que se suelen dar en los climas mediterráneos.
Para su plantación, desde principio de primavera puedes disponer de esta planta con el sello MaQu dentro de nuestra colección de Herbs, en maceta. En el jardín el marco de plantación es de 4-6 plantas/m2 para crear masas foliares. En borduras una planta cada 40 cm más o menos.
La Santolina necesita de un suelo árido con muy buen drenaje, con un pH elevado y un nivel de nutrientes moderado. Cuando hablamos de buen drenaje, y esto vale para todas las plantas, podemos saberlo observando cuando la reguemos que el agua no tarda en filtrarse más de dos minutos.
En el caso de que la tengamos que trasplantar de maceta, o plantarla en jardín, lo haremos al principio de primavera. En maceta pondremos en la base para favorecer el drenaje una capa de grava o arcilla expandida, como siempre. Utilizaremos un sustrato para plantas de exterior que contenga un buen porcentaje de arena que mejore su drenaje.
Los riegos serán más bien escasos, incrementándolos en los meses de verano. La Santolina chamaecyparissus aguanta bien la sequía, aunque si está plantada en maceta precisará de un riego más frecuente, retirando el agua sobrante si tiene bandeja. A la hora de abonarlo, el abono que se utiliza normalmente de mantenimiento para el jardín será suficiente, un tipo 18-12-24 es muy recomendable. Y siempre a las dosis más bajas aconsejadas por el fabricante del fertilizante.
El momento ideal para su poda es en otoño después de la floración. Esta puede ser bastante severa para favorecer una brotación desde abajo evitando así zonas desprotegidas interiores. Durante el año, se pueden realizar podas de mantenimiento, basadas en la eliminación de flores marchitas y ramas indeseadas.
La Santolina chamaecyparissus la podemos reproducir por semilla o por esqueje. Es más rápida y efectiva la reproducción por esqueje aprovechando los ápices (los extremos tiernos de los brotes) a principios de primavera u otoño, con la precaución de que no se deshidraten durante el período de enraizado.
La Santolina es especialmente popular porque tiene propiedades medicinales muy beneficiosas, como casi todas las aromáticas, las cuales se pueden aprovechar especialmente si se consume en forma de aceite esencial o como infusión. Entre estas propiedades encontramos que la Santolina que es antiinflamatoria, alivia la inflamación de garganta, alivia procesos gripales y mejora la digestión entre otras.
Plagas y enfermedades de la Santolina.
Hay que recordar que la Santolina chamaecyparissus es una planta muy rústica. Por ello no suele presentar problemas de plagas y enfermedades en condiciones de cultivo adecuadas.
Su principal problema llegado el caso, serían los pulgones. Para su control una aplicación de insecticida sistémico, los eliminaría.
Recuerda que la prevención suele ser más efectiva que el tratamiento. La observación regular de nuestras plantas y la toma de medidas tempranas ayudan a mantener nuestras plantas saludables.
